Autoescuela Hermanos Gil 1-2 Conductores Moraos
-Goles: Redondo y Riki
-Tarjetas: Juanca (Am).
Es complicado realizar la crónica de un partido cuando se dan unas circustancias tan inverosimiles como las que sucedieron en el Pabellon de Alcosa. El encuentro se suspendió a falta tan sólo de 20 segundos para su finalización, siendo el portero local el principal causante de dicha suspensión. Totalmente fuera de sus casillas, y cuando todos los integrantes de ambos equipos intentaban separar, el guardameta local se recorrió el campo como un poseso y propició tremendo golpe en la cabeza al numero 3 del conjunto visitante provocandole una leve hemorragia externa.
En el plano deportivo, la primera mitad estuvo muy igualada con ocasiones claras para ambos conjuntos. Las llegadas de Autoescuela eran desbaratadas por el portero visitante, que tuvo una magnifica tarde, mientras que las del equipo Morao se desperdiciaban por errores en los ultimos metros. Finalmente fue Redondo quien consiguió poner por delante al equipo visitante con el único gol de la primera parte.
Entró "Valerio" sustituyendo al portero visitante, al comienzo de la segunda mitad. Estos 25 minutos estuvieron marcados por constantes interrupciones del juego debidas a sucesivas tanganas, casi siempre, provocadas por el conjunto local. Se llegó a los minutos finales de esta sin goles por parte de ninguno de los dos equipos. Hasta que por fin Riki aumentó la diferencia en el marcador de falta directa y por debajo de las piernas del portero, que más vale que se hubiera quedado acostado en su casa esa mañana. Tras esto, el conjunto local consiguió su primer gol acortando así distancias y provocando con esto una mayor tensión en el terreno de juego, lo que supuso a continuación la útlima y definitiva tangana, y los lamentables echos antes descritos.
Esta situación pone de relieve dos cosas: la falta de autoridad por parte de los arbitros de distrito; y la clase de energumenos que participan en estas competiciones. Estas dos deficiencias estan retroalimentadas, es decir, cuanta menos autoridad muestran los arbitros, más energumenos son los participantes; y cuanto más energumenos son estos, menos autoridad tienen los arbitros. La solución es clara: mano dura. Hasta que no haya una conciencia de grupo en este deporte y una competitividad limpia se debe actuar con mano dura, pese a quien pese, y salga perjudicado quien salga. Desde la redacción del club, deseo unas felices fiestas a todos, un próspero y distinto año nuevo y, una pronta recuperación de Luí.
Un saludo y un fuerte abrazo a todos.
domingo, 20 de diciembre de 2009
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